Comunidades de Aprendizaje Socialistas (C.A.S)

miércoles, 22 de febrero de 2017

¿ES LO MISMO COMUNIDAD DE INVESTIGACIÓN QUE COMUNIDAD DE APRENDIZAJE?

¿ES  LO  MISMO   COMUNIDAD  DE INVESTIGACIÓN  QUE   COMUNIDAD DE  APRENDIZAJE?
Esa fue  la  interrogante que  nos  dejó para  los  próximos  15  días la tutora  del Seminario  sobre la  Transversalidad en el Curriculum  Académico en Comunidades  de  Aprendizaje.
HOY TUVIMOS   A  MATHEW  LIPMAN CON NOSOTROS  EN LA  EDAS: DIALOGANDO CON  YUSBER UZCATEGUI  SOBRE Pensamiento complejo y educación en  LAS  COMUNIDADES  DE APRENDIZAJE E INVESTIGACIÓN.

0cho aspirantes  a  maestrantes en la  disciplina  de  Estudios  Abiertos, nos  dimos  un banquete en la  II sesión  de  trabajo sobre  el  tema  de la  Transversalidad que  desarrollemos en la  modalidad  de  Seminario  a  cargo  de Yusber Uzcátegui, del  equipo permanente  del  PROEA.


Nuestra  EDAS se siente  halagada que  en su modesta  (aula) se esté realizando tan importante  evento  y  por  eso reseñaremos  cada  una  de las  sesiones que allí  se realicen en nuestra página:edasmerida.blogspot.com

Revisando en la   biblioteca    de  Walter  Lipman  encontramos  18 obras  suyas, lo  cual lo  transforman en todo  un  icono mundial  del tema  educativo y  una referencia  obligada  para  los  que  investigan  y  trabajan  en Comunidades  de  Investigación  y  Aprendizaje  en aulas.


La obra describe los procedimientos que han de aplicarse para que los estudiantes de cualquier nivel educativo sean más reflexivos, más racionales y con más capacidad de juicio.

Encontramos  un trabajo  de dos  investigadores   que  consideramos importante para  entrarle  a  este  tema: “El Aprendizaje para el Cambio. Papel de la Educación.” Mario Rodríguez-Mena García Ivet García Montero Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas.
.Resumen: Este artículo tiene la intención de provocar la reflexión acerca del papel que ha de jugar la educación de hoy en promover verdaderos aprendizajes, que sirvan a las personas para enfrentar las exigencias de cambio, en todos los órdenes, que la nueva sociedad impone.
Se presenta, someramente, el programa de “Formación de Aprendices Autorregulados en Comunidades de Aprendizaje”, que los autores llevan a cabo como parte de su labor investigadora en el Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba y como respuesta a esta demanda social; y sus experiencias en la formación de educadores mexicanos del estado de Morelos que hoy tienen ya la posibilidad de implementar en sus aulas el modelo de formación que propugna dicho programa.

Palabras clave: aprendizaje, cambio, autorregulación, comunidad de aprendizaje, formación de docentes..
 La psicología y la pedagogía de nuestro tiempo combinan sus esfuerzos para responder a necesidades urgentes de la educación. Uno de los retos principales planteado a estas ciencias es la búsqueda de mecanismos y vías para la formación eficiente del que aprende. Reto que, sin duda alguna, está siendo cada vez más condicionado por las exigencias del mundo de hoy, marcado por las dinámicas del cambio, el desarrollo tecnológico y científico acelerados; así como la conformación de lo que se ha denominado “sociedad del conocimiento”, reflejo del abundante manejo de la información y de su continua generación y difusión. Inmersos en ese contexto global tenemos los espacios concretos del aula, de la escuela, de nuestros estudiantes y maestros con sus problemáticas reales, y frente a esa realidad, el surgimiento inevitable de un conjunto de interrogantes: ¿están preparados alumnos y profesores para enfrentar esta exigente realidad?, ¿acaso el que aprende, la persona que sale de nuestras aulas se lleva consigo las herramientas de todo tipo que le permitirán vivir en la sociedad de hoy, del presente y del fu turo?, ¿está la escuela formando el individuo capaz de asumir activamente las exigencias de los nuevos contextos laborales, de aprendizaje permanente, de progreso científico, de demanda personal, familiar y, en general, de los continuos cambios sociales y económicos?.

 Alcanzar verdaderos aprendizajes de calidad en la escuela requiere una transformación sustancial y efectiva de las instituciones escolares. La transformación, que no deberá confundirse nunca con simples reestructuraciones, tiene implicaciones de diferente naturaleza: sociológicas, psicológicas y pedagógicas (Rodríguez-Mena, 2002). Desde el punto de vista sociológico: 1. La escuela, como escenario de los aprendizajes, debe cambiar: - De un espacio de reproducción, a un espacio de creación. - De un contexto de normativas, a un contexto de participación. - De un terreno de competencia, a un terreno de cooperación. - De un sitio centrado en el maestro, a un sitio centrado en las relaciones entre los actores que intervienen en la trama de aprender. 2. La educación, como mediadora en los aprendizajes, debe cambiar: - De un medio para reproducir la sociedad, a una palanca para el cambio social. - De mecanismo cultural para asimilar al aprendiz, a un mecanismo efectivo para que el aprendiz asimile la cultura. - De proveedora de experiencias monoculturales, a proveedora de experiencias multiculturales. De instrumento que promueve la uniformidad, a facilitadora de la diversidad.

Desde el punto de vista psicológico: 1. La comprensión del aprendizaje ha de cambiar: - De una definición unitaria, a la aceptación de la idea de la existencia de múltiples aprendizajes. - De su centración en el cambio de conductas, a la visualización de la transformación constructiva de la persona que aprende. - De su ubicación en lo estrictamente individual, a su redimensión socializadora. 2. El papel del que aprende ha de cambiar: - De receptor de información, a productor y evaluador del conocimiento. - De sometido al poder del conocimiento, a dominador del poder que significa conocer. - De aspirar a la competencia como fin, a emplearla como medio para aprender más. - De sometido al con trol externo, a persona autorregulada.

Desde el punto de vista pedagógico: 1. La enseñanza ha de cambiar: - De estabilizadora, a problematizadora. - De una didáctica para el aprendizaje, a una didáctica desde el aprendizaje. - Del empleo de estrategias homogéneas, a la utilización de variedad como reconocimiento de las diferencias. - De la evaluación de productos, al monitoreo de los procesos. - Del programa cerrado regido por la “ingeniería curricular”, al programa abierto regido por los valores humanos.   2. El maestro debe cambiar: - De transmisor, a consejero y tutor. - De inquisidor, a promotor de la indagación. De observador externo, a observador participante. Mario Rodríguez-Mena García         e Ivet García Montero. El Aprendizaje para el Cambio. Papel de la Educación 319.

 Con certeza, una dirección de gran importancia para la investigación y la labor de psicólogos y educadores ha sido la búsqueda de mecanismos psicopedagógicos y el estudio de los procesos de distinto tipo que permiten el desarrollo del aprendizaje activo, independiente, crítico y reflexivo de los estudiantes, como elemento esencial del éxito en el proceso docente. Sus resultados permitan la formación de la persona en un sentido de mayor integridad, en términos de su crecimiento personal y del dominio de competencias diversas necesarias para la vida en sociedad. En general, los estudios acerca del aprendizaje avanzan hacia la precisión de los factores que garantizan su calidad y hacia la comprensión del modo en que estos se producen, es decir, se ocupan básicamente de la interrogante: ¿cómo aprenden las personas?, situándose, de este modo, frente al examen de los procesos que subyacen en el aprendizaje. 
En particular, el énfasis se ha puesto en aquellos procesos de mayor complejidad que aluden a las estrategias para aprender y regular el propio aprendizaje, abriendo el camino necesario al estudio de la autorregulación. Sin embargo, debido a los disimiles enfoques epistemológicos con los que se abordan tales estudios, la comprensión sobre la naturaleza del aprendizaje humano y el modo más eficaz para intervenir en ellos, es todavía un asunto de controversia y desacuerdos en los ámbitos académicos. Ante tal profusión de ideas, a veces contrapuestas, hemos decidido optar por una caracterización de lo que el aprendizaje es, o debería ser, evitando una definición que no podría captar la esencia real de tan complejo fenómeno Esa caracterización, que asume las ideas básicas del enfoque histórico-cultural y sirve de fundamento a nuestra comprensión del aprendizaje, aparece ampliamente descrita en Rodríguez-Mena, M. (1999) y refiere primordialmente los siguientes rasgos del aprendizaje humano: • Los aprendizajes son cambios. • Los aprendizajes potencian el desarrollo. • Los aprendizajes tienen una naturaleza social. • Los aprendizajes se basan en la experiencia. • Los aprendizajes anticipan. • Los aprendizajes integran múltiples procesos. • Los aprendizajes están mediados. • Los aprendizajes son actos perfectibles.

La tendencia más generalizada de conceptuar al aprendizaje es aquella que refiere la cualidad de cambio; es decir, el aprendizaje es entendido como un cambio en la persona que aprende. Este no es cualquier cambio, sino aquel que esté condicionado por la experiencia a la que se somete el aprendiz. De este modo, se puede afirmar que el aprendizaje es siempre un cambio producido por la experiencia. Desde los años sesenta, cuando comienzan a aparecer teorías discordantes con el conductismo, se abre el diapasón de aristas de comprensión del aprendizaje. Ya no es visto sólo como un producto, o sea, el resultado que se obtiene como desenlace de la experiencia de aprendizaje; sino que empieza a interpretarse, además, tanto como proceso, al preocuparse por lo que se gen era en el curso de la experiencia, y como función, cuando se realzan ciertos aspectos críticos del aprendizaje como la motivación, la retención o la transferencia de lo que se aprende de tales experiencias. Hoy la preocupación de los estudiosos del aprendizaje se ha trasladado desde una visión centrada en el control de la conducta que cambia, hacia una perspectiva que lo enfoca en términos de crecimiento humano, lo que se traduce en adquisición de competencias (Bruner, 1972) y actualización del potencial (Maslow, 1970). El enfoque histórico cultural ofrece la lectura dialéctica de dicho cambio al señalar la naturaleza social de todo el proceso de aprendizaje (Vygotski, 1982).

ESTO ES SOLO   UN  ABREBOCA  PARA  INTRODUCIRSE  EN EL  MUNDO DEL  APRENDIZAJE.

SI  QUIERES  CONTINUAR TE  INVITAMOS A BUSCAR  EN:
Convergencia N° 32, mayo-agosto 2003, ISSN 1405-1435, UAEM, México Anuarios L/L, edición especial, Instituto de Literatura y Lingüística, Cuba 318 –
Convergencia N° 32, mayo-agosto 2003, ISSN 1405-1435, UAEM, México Anuarios L/L, edición es pe cial, Instituto de Literatura y Lingüística, Cuba 320.

INCORPORAMOS  LA  INTRODUCCIÓN DE OTRO  ARTICULO  QUE  BIEN  PUEDE AYUDAR A UNA MAYOR  COMPRENSIÓN  DEL  TEMA  DE LAS  COMUNIDADES  DE  APRENDIZAJE.

“LA ESTRATEGIA PEDAGÓGICA DE LA COMUNIDAD DE APRENDIZAJE EN EDUCACIÓN AMBIENTAL: APRENDIENDO A CONSTRUIR UN SABER-VIVIRJUNTOS EN UN MEDIO DE VIDA COMPARTIDO”.Isabel Orellana Mayo 2005.


 EL SOCIOCONSTRUCTIVISMO Y LA TEORÍA CRÍTICA: UN MARCO EPISTEMOLÓGICO PROMETEDOR
 “La complejidad del desafío llama a investigadores y practicantes de las áreas más diversas de intervención a una búsqueda incesante de enfoques, estrategias y metodologías que contribuyan a hacer contrapeso a la inadecuación de las soluciones ya prescritas. Se trata de valorizar y reforzar la capacidad creativa del ser humano, la capacidad de encontrar respuestas adecuadas a las problemáticas de este tiempo. Y ya no se trata de continuar acumulando nuevos saberes, lo que en una época fue considerado la clave del "progreso", sino más bien, de construir saberes que sean significativos, que contribuyan a cambiar actitudes y conductas individuales y colectivas que permitan frenar las tendencias destructivas y Isabel Orellana 3 Centro Nacional de Educación Ambiental recrear nuevas relaciones con el medio de vida.

En ese sentido, la educación, como lo plantean Delors (1996) y Mandela (1994), constituye una de las armas más poderosas para modelar el futuro, para cambiar el mundo, ella aparece como un factor clave de cambio social (Faure, 1972; Fondation pour le progrès de l'homme, 1997). Se trata además de tornar el aprendizaje motivador, estimulante, gratificante y contextualmente pertinente. Y la educación ambiental, como dimensión esencial de la educación global, por su especificidad, su finalidad y los procesos que desencadena, constituye un importante factor de cambios ambientales, educativos, y pedagógicos (Sauvé, 1997, 2000).

 Ella persigue buscar soluciones adecuadas a las problemáticas ambientales tomando en cuenta su vínculo estrecho con las problemáticas sociales, lo que requiere estimular el pensamiento crítico y la creatividad, el compromiso y la responsabilidad para construir nuevos valores esenciales (Sauvé, 1997 ; Fien, 1993; Greenall Gough, 1993).

La educación ambiental persigue igualmente contribuir en el proceso de concepción de nuevas formas sociales, siendo la sociedad, como mediadora, determinante en las relaciones que se tejen con el medio de vida. La dimensión social es efectivamente clave en el proceso de génesis del saber. En efecto, como Freire (1970) lo plantea, éste se produce en la compleja relación de reciprocidad que el ser humano desarrolla con el mundo, en la cual la práctica social es un elemento crucial. Es en esta relación que se forjan nuevas formas de actuar y de interactuar de la comunidad humana con el medio de vida, por medio de sus diversas formas de organización.

Piaget y Vygotsky, revelaron el rol activo y estructurante que juega el ser humano en ese proceso. Piaget (1983) destacaba principalmente el rol del actuar individual, mientras que Vygotsky (1978) se concentraba sobre la dimensión social de ese actuar. Estos estudios ponen en evidencia la importancia de considerar la construcción de saberes como un proceso de interrelación entre las personas y los procesos sociales en los cuales éstas actúan, y por consecuencia, de abordar la educación considerando su lazo indisociable con las realidades sociales, culturales e históricas.

 La construcción social del conocimiento es uno de los principios básicos en el cual se apoya la teoría de la comunidad de aprendizaje. Se pretende así recrear la noción de dialogo en la base de los procesos educativos y crear condiciones estimulantes y significativas de aprendizaje, para romper la anomía (Durkheim, 1895) del contexto social contemporáneo, es decir, su falta de vínculos, de relaciones significativas y estructurantes y de valores comunes, para generar un saber-ser, un saber-hacer y un saber-vivir-juntos, solidaria y responsablemente. Es en la necesidad de repensar los procesos educativos hacia estos objetivos que surge la idea misma de comunidad de aprendizaje y que se revela su pertinencia en educación ambiental, interesando a investigadores y practicantes de áreas como la filosofía, la sociología, la educación, la sicología, y cuyos esfuerzos de clarificación de este concepto se han manifestado en forma creciente, particularmente a fines del siglo XX. 

La estrategia pedagógica de la comunidad de aprendizaje se inspira en múltiples prácticas educativas, entre las cuales las experiencias de la Escuela como centro social, iniciadas por Dewey en Chicago en 18961 , del Colegio Experimental de Meiklejohn de la University of Wisconsin en 19272 , de la red de Colegios comunitarios iniciada en los años 20 en Estados Unidos3 , de la educación popular4 , de la educación comunitaria5 y de la educación de adultos 6 (Orellana, 2001). Ella retiene e integra los principales fundamentos de estas prácticas: el enfoque comunitario, la participación, la cooperación, la interdisciplinariedad, la resolución de problemas, el vínculo esencial entre procesos educativos y realidades sociales, el aprendizaje reflexivo en la acción, el enfoque democrático. Retiene igualmente la noción de comunidad, rescatando sus valores esenciales y su rol de mediadora entre la persona y la sociedad. La comunidad de aprendizaje aparece asociada a la necesidad de construcción de espacios de libertad, como Reeves (1990) lo evoca.”

Una primera versión de este artículo fue publicado como Orellana, I. (2002): Buscando enfrentar los desafíos educativos contemporáneos: la estrategia pedagógica de la comunidad de aprendizaje en educación ambiental. In L., Sauvé, I., Orellana et M., Sato (Ed.), Sujets choisis en éducation relative à l'environnement. D'une Amérique à autre. Textos escogidos en educación ambiental. De una América a otra. Textos escolhidos em educação ambiental. De uma América à outra. (p. 221- 231). Montréal: Les Publications ERE-UQAM. ISBN 2-89276-213-8.


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