YO NO PUEDO ASEGURAR QUE TODO LO DICHO AQUÍ SEA VERDAD, PERO ES GRAVISIMO.
Lo que no dijo Últimas Noticias sobre el
contrabando que azota las fronteras venezolanas
Por: Feijoo
Colomine | Lunes, 25/08/2014
En la edición del domingo 24 de
agosto del 2014, el diario Ultimas Noticias desplegó un reportaje con primera
plana incluida (roba-página) y tres páginas y media interiores, con una
investigación reporteril calzada por una “unidad de investigación”, sobre el
fenómeno del contrabandeo de productos venezolanos hacia la frontera con
Colombia. Los reporteros estuvieron en ambos lados del límite, constatando una
realidad: allá existe una macro organización económica que controla los grandes
beneficios de la comercialización de los productos venezolanos, organización
montada desde el gobierno colombiano y con el apoyo financiero del
narcotráfico.
UN no
pasó de la fachada que todos conocemos en fotografías y videos: productos
venezolanos a gran escala en las calles de Cúcuta. UN pasó por
alto que el contrabando no se expende en las cadenas LEY, CARE-FULL ni en
cualquier otro comercio formal por que normas impuestas en el ALCA
norteamericano-colombiano lo impiden. Las mercancías originadas en Venezuela
son compradas en las calles y mercados libres de ciudades colombianas
fronterizas con Venezuela, por los sectores pobres del Departamento Norte de
Santander y los Departamentos Cesar, Goajira, Atlántico y Bolívar, Arauca,
Vichada y Caquetá –hacia el sur-. En menor escala los compran venezolanos
necesitados, pagando los precios de la oferta ilegal, con valores que como
mínimo duplican el precio regulado en Venezuela.
Por su parte la gasolina también es
vendida en la calle por la denominada Cooperativa Multiactiva de Pimpineros del
Norte, a cuyos miembros el gobierno departamental les aplica una “sobretasa”
del 10% sobre pimpina vendida. Con este ingreso ilegal, el Departamento duplica
sus ingresos presupuestarios, para conservar bonito, aseado y libre de
delincuencia, el centro de Cúcuta.
Aclaro que los pimpineros apenas
comercializan una parte pequeña del combustible que a raudales le viene de
Venezuela. El 80% de ese combustible va parar a las enormes cisternas de
ECOPETROL, empresa que luego libera inventarios de gasolina destinados al
consumo interno y vende en calidad de exportación legal, combustible “made in
Colombia” a Perú, Guatemala y Honduras. Todo esto gracias a la inteligencia de
tres venezolanos que asesoraron a Uribe y al ministro Junguito, me refiero a
Luis Giusti, Ronald Pantin y Humberto Calderón Berti, quienes se instalaron en
Colombia con sus dólares mal habidos con sus empresas Pacific Rubiales, Alange
Energy y, Vectra. Como buenos exiliados políticos, lograron el ingreso de unos
1300 exgerentes y exfuncionarios de confianza extrabajadores ellos de PDVSA,
fascistas ellos, sobre quienes no recae ningún tipo de requerimiento de
INTERPOL, por ser delincuentes de “cuello blanco”, pero operadores del negocio
petrolero.
Así coronó exitosamente Uribe su
acuerdo con Chávez (Puerto Ordaz 2005), de lucha conjunta contra la pobreza
fronteriza (pero cada quién a su manera). Gracias a Uribe, con apoyo del
narcotráfico, el colombiano pobre accede a mercancías con precios parecidos a
los venezolanos, ingresadas a gran escala en forma ilegal a Colombia. Los
pueblos pobres fronterizos venezolanos, padecen entre tanto el
desabastecimiento, pues mafias nativas, agotan las alícuotas racionadas por el
Ministerio de la Alimentación. Gracias a Uribe también, con apoyo de los
carteles de la droga, los venezolanos raspacupos pueden vender sus dólares
CADIVI y en gigantesca proporción, los que llevan a Colombia la gasolina, gas y
lubricantes producidos por PDVSA en Venezuela.
Dos economistas colombianos, entre
otros, han escrito sobre la denominada “economía subterránea de la cocaína en
Colombia”, refiriéndose a las grandes magnitudes escondidas del negocio del
narcotráfico (Junguito y Caballero).Roberto Junguito Bonett la diagnosticó al
detalle en 1978, estableciendo los nexos históricos con Venezuela y luego,
Alvaro Uríbe Vélez (Expediente 82 de la DEA) lo nombró en 2004 su ministro de
hacienda, dándole la oportunidad de aplicar su ciencia económica para lavar
desde la economía nacional el buen nombre de Colombia, República penalizada
internacionalmente por ser productora de la cocaína que en gran escala exporta
y consumen 40 millones de norteamericanos. Y vaya que lo hizo.
El escenario fronterizo
colombo-venezolano se encuentra dominado económicamente por la producción de
cocaína. La población que vive a ambos lados del límite la integran indígenas y
población criolla con altos niveles de desigualdad y pobreza en ambos países,
predominan por tanto los agricultores, incrementados en el lado colombiano al
ser desplazados en número de unas 2000 familias por el conflicto interno.
Es una población aguantadora,
marginalizada, con escasa capacidad de respuestas a la imposición salvaje de
relaciones de producción derivadas de la economía subterránea e ilegal; la
delincuencia tiene gran capacidad de penetración y vulneración de los poderes
públicos, de imponer y coaccionar. Quien se opone es asesinado.
Esa área es considerada por la WOLA
(Oficina de Washington para América Latina) la de más alta producción de
narcóticos del mundo (cocaína, marihuana y heroína). Según las estadísticas más
recientes de las Naciones Unidas (2012) y el Sistema de Monitoreo de Cultivos
Ilicitos (SIMCI), el Departamento Norte de Santander tenía para el 2011, 12.000
hectáreas de coca, las cuales crecieron en un año a 28.000 hectáreas de
cultivos donde domina una variedad ipadúbiogenéticamente
desarrollada para dar cuatro cosechas de hoja por año. Ya este crecimiento
superlativo, más que duplicado en un año, le resta confiabilidad a las
estadísticas de las NNUU. Demuestra también que en ese Departamento y su
capital Cúcuta circula en grandes cantidades el billete verde del dólar y
cuantiosa liquidez de pesos colombianos.
¿Cómo lavarlos?, fácil para el
ministro Junguito y su presidente Uribe, con VENEZUELA!!
UN ni de lejos mencionó al narcotráfico
como variable subyacente en el asunto.
Tampoco UN fue al fondo del
contrabandeo de millones de litros de gasolina, gasoil y lubricantes producidos
por PDVSA
El contrabandeo de combustibles hacia
Colombia tiene como artífices a la banda de Luis Giusti, Pantin y Calderón
Berti, como artífices en gran escala del contrabandeo de gasolina, quienes en
2004 asesoraron al gobierno de Uribe para legalizar el ingreso ilegal en
grandes volúmenes de gasolina y gasoil desde Venezuela. Sus empresas
administran los Centros de Acopio Fronterizo a los cuales ingresa el
combustible que según la Ley Colombiana, una vez que ingresan al país son
nacionalizados, sin pago de aranceles ni declaración de contenido, volumen ni
peso. Las empresas concesionarias están autorizadas por Decreto para venderlos
al mercado interno y al mercado externo a través de ECOPETROL.
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