POR FIN ENTENDI EL PORQUE NICOLAS LE
DECIA “CAPRICHITO CAPRICHITO” A CAPRILES
Juan Veroes
Durante la campaña electoral, el recién electo Presidente
Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, siempre utilizó las
palabras “caprichito, caprichito” para denominar a su contrincante Capriles
Radonsky. Al principio no me gustó,
pues sentí que le quitaba seriedad al
discurso y al debate electoral.
Hoy después que la directiva del CNE, complació la petición
del candidato Capriles, de hacer las auditorias a las 46% de las cajas
electorales, que por sorteo no fueron
auditadas, y éste quedó contento, diciendo que en esas cajas se evidenciaran
las “verdades” que él ha esgrimido como un posible fraude electoral, cometido
por el arbitro electoral para perjudicar
su triunfo en favor del candidato chavista; no me queda mas remedio que
coincidir con Nicolás: “Capriles es el candidato caprichito, caprichito”.
Es de toda lógica científica y racional que, si se obtiene
una muestra de más del 50% de algo, esa
muestra es mas que suficiente representativa de ese 100% de donde se ha
tomado la muestra. En las ciencias
políticas y sobre todo en campañas electorales el 5% de la población es
suficiente para obtener una muestra
suficientemente confiable para descifrar las tendencias dominantes en la
opinión pública. Solamente un capricho
irracional puede solicitar, para aceptar como validos los resultados de un proceso científico, que ha tenido una doble verificación, la
primera automatizada y la segunda manual.
Escapa a mi comprensión
intelectual y racional. Confieso que me
rindo ante esa lógica y me obliga a tirar al basurero todos los libros y
apuntes que hice cuando estudié Lógica Jurídica
en la Facultad de Derecho en la
UL A.
Ahora bien, que ese llamado
del “caprichito, caprichito”, a
desconocer los resultados electorales y declarar ilegitimo al candidato ganador,
le haya costado al país hasta el día, de hoy 11 muertos, cientos de heridos,
instalaciones publicas destrozadas y carros y motos quemados y que eso se quede
impune, es todavía mas ilógico todavía. Eso seria fatal y podría destruir la ya
mermada confianza del pueblo, en las instituciones creadas durante los
últimos 14 años y que tienen su base jurídica en la Constitución Bolivariana de
Venezuela. Eso seria lo mas cercano a un verdadero golpe de estado
constitucional.
Si “caprichito, caprichito” se contenta con la auditoria al
46% de las cajas restantes y se lava las
manos como Pilatos y no responden por sus acciones y asume junto a los que les acompañaron las responsabilidades de los hechos
ocurridos, entonces creeremos que los herederos del legado de Chávez somos
todos mentirosos y cobardes y no tendremos el derecho de invocarlo para
gobernar la República.
Si la frase de Bolívar, “he arado en el mar”, sintetizó de
manera patética su derrota política, no quisiera que al final dijéramos: “tanto
nadar para morir ahogado en la orilla”, que resumiría los resultados de la
lucha iniciada por el Comandante Supremo, el cual tampoco bajaría “tranquilo al
sepulcro”.
Estamos llamados a superar las expectativas que el Comandante
dejó en nosotros, sus hijos, el no hacerlo y acobardarse de tomar las
decisiones a que de lugar, es traición a la patria y a los sueños de miles de patriotas que han
muerto por defender este suelo y este cielo que
hoy nos acobija. “No podemos
optar entre vencer o morir, necesario es vencer”.
Hoy 19 de Abril del 2013, debemos los venezolanos volver a gritar: “No lo
queremos, no lo queremos” y el “caprichito Emparan” tendrá que devolverse a su patria Nueva York e irse
para siempre a su cómodo confortable apartamento en la isla de Manhattan.
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